Fromm - El arte de amar
1. ¿El amor es un arte?
La tesis que se defiende es que el arte es, mas que una sensación agradable, un arte que requiere de conocimiento y esfuerzo.
La mayoría de gente de nuestra cultura sostiene que el hecho de ser estimado es una mezcla de popularidad y sex appeal.
La felicidad del hombre moderno cosiste en el placer de mirar aparadores de las tiendas, en la compra, y, en general, todo ello que tenga la posibilidad de adquirir.
La sensación de enamoramiento solo se desarrolla en relación a los productos humanos que entran dentro de nuestras posibilidades de intercambio. El objeto debe ser deseable desde el punto de vista de su valor social y también debe ser deseable teniendo en cuenta mis potenciales patentes y ocultos.
Si dos personas que se desconocen superan de golpe la barrera que los separa y se sienten al unísono, este momento es de los más estimulantes y excitantes de la vida. Este tipo de amor es, por naturaleza, de poca duración.
No existe ninguna otra actividad que se inicie con tantas expectativas y ánimo y fracase tan a menudo como la del amor.
El primer es tomar conciencia de que el amor es un arte, y, como tal, su proceso de aprendizaje se divide en teoría y práctica.
2. La teoría del amor
1. El amor como respuesta al problema de la existencia humana
Partimos de que la experiencia de aislamiento no solo provoca angustia, sino que es, en realidad, la fuente de toda angustia.
Hoy todas las actividades están rutinizadas y prefabricadas.
La solución plena está basada en el logro de la unión interpersonal. El deseo de la unión interpersonal es el impulso más poderoso del hombre.
Nos estamos pudiendo referir a dos tipos de unión:
- Unión simbiótica (inmadura). Esta puede ser una unión pasiva (masoquismo) o activa (sadismo)
- Unión como solución al problema de la existencia (madura). Unión bajo la condición de preservar la propia integridad e individualidad. El amor capacita a una persona para vencer su sentimiento de aislamiento y le permite ser ella misma manteniendo su integridad. Dos seres que terminan por ser uno pero siguen siendo dos.
El amor es una actividad, no un afecto pasivo (dar, mas que recibir). En la esfera material, dar significa ser rico. No es rico quien tiene mucho, sino quien da mucho.
El cuidado y la responsabilidad implican otro aspecto del amor. Ser responsable significa ser capaz de responder y estar dispuesto a hacerlo. La responsabilidad podría degenerar fácilmente en dominio y posesión si no interviniese otro factor importante, el respeto, materializado en la capacidad de ser consciente de la individualidad única de la otra persona. El conocimiento de esta persona es un factor clave también.
El problema de conocer al Hombre es el problema religioso de conocer a Dios.
- En la teología occidental se intenta conocer a Dios por medio del pensamiento
- En el misticismo uno renuncia a la vía del pensamiento para conocer a Dios, y lo reemplaza por la experiencia de la unión con Dios.
2. Amor entre padres e hijos
Angustia implícita en la separación de la madre y de la existencia intrauterina.
Para la mayoría de los niños entre los 8 y medio y 10 años el problema consiste en ser estimados. Antes de esta edad el niño todavía no es capaz de estimar, responde con alegría y gratitud al amor que se le da. Cando se supera la niñez, las necesidades de otra persona pasan a ser tan importantes como las suyas.
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Amor inmaduro: amo porque me aman, te amo porque te necesito.
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Amor maduro: me aman porque amo, te necesito porque te amo.
Cuando surgió la propiedad privada y uno de los hijos debía heredar, el padre comenzó a seleccionar el hijo a quien dejaría las propiedades. El amor de padre es condicional: te estimo porque cumples mis aspiraciones y tus deberes, porque eres como yo.
3. Los objetos del amor
La mayoría de personas creen que el amor esta constituido por el objeto, no por la facultad. De hecho creen que el hecho de amar a una sola persona es prueba de la intensidad de su amor. Esta actitud puede ser comparada con la de una persona que quiere pintar, pero en lugar de emprender este arte sostiene que hay que esperar el objeto adecuado y que pintará maravillosamente bien cuando lo encuentre.
a) Amor fraternal
El amor fraternal es el sentido de responsabilidad, de cuidado, de respeto y de conocimiento en relación a cualquier otro ser humano, el deseo de promover su vida. Es la clase de amor de la que habla la biblia en "Amarás al prójimo como a ti mismo".
b) Amor maternal
El amor de madre es una afirmación incondicional de la vida del infante y de sus necesidades.
Solo la mujer que estima realmente, que más feliz dando que recibiendo, que está firmemente arraigada a la propia existencia, puede ser una madre amante cuando el niño se encuentra en el proceso de separación.
c) Amor erótico
El anhelo de fusión completa con una sola persona. Por su naturaleza es exclusivo y no universal. La atracción sexual crea, por un momento, la ilusión de la unión, pero sin amor esta unión deja a los desconocidos tan separados como podían estarlo antes. En este amor hay una exclusividad que falta en el fraternal y maternal.
d) amor a uno mismo
Para Freud el amor a uno mismo es idéntico al narcisismo. El narcisismo es la primera etapa del desarrollo humano y la persona que es su vida posterior vuelve a su etapa narcisista es incapaz de amar.
Sofisma: "El amor a otros y el amor a uno mismo se excluyen recíprocamente".
No solamente los otros, sino nosotros mismos somos el objeto de nuestros sentimientos y actitudes. En cualquier induviduo capaz de estimar a los demás encontraremos la capacidad de estimarse a si mismo.
Es evidente que las personas egoístas son incapaces de estimar a los demás, pero tampoco son capaces de estimarse a ellos mismos.
e) Amor a Dios
La forma religiosa del amor surge de la necesidad de vencer la soledad y de conseguir la unión. Dios representa el valor supremo, el más deseado.
Es determinante el paso de las religiones matriarcales a las patriarcales. La sociedad patriarcal es jerárquica, la igualdad de los hermanos se transforma en competencia y en lucha.
3. El amor y su desintegración en la sociedad occidental contemporánea
El amor es un fenómeno relativamente raro y que en su lugar se encuentran numerosas formas de pseudo-amor, que son, en realidad, variantes de la desintegración del amor.
Las relaciones humanas son, esencialmente, la de autómatas alienados, en las cuales cada uno basa su seguridad en la permanencia cerca del rebaño y no diferir en el pensamiento, sentimiento o acción. La soledad no puede ser vencida. Nuestra civilización ofrece muchos paliativos que ayudan a ignorar conscientemente esta soledad:
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La rutina del trabajo burocrático y mecánico.
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La industria del entretenimiento.
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La satisfacción de comprar cosas nuevas e intercambiarlas por otras.
Se encuentra, por fin, en en amor un remedio para la soledad.
El amor no es el resultado de la satisfacción sexual , sino que la felicidad sexual es resultado del amor. Según Freud, sin embargo, el amor es básicamente un fenómeno sexual y la experiencia fraternal es un producto del amor sexual.
Freud asume una concepción del hombre basada en el capitalismo: el ser humano es competitivo por naturaleza. La sociedad le impide actuar de acuerdo con sus deseos.
Marx en su materialismo histórico, de acuerdo al cual ni el cuerpo ni el instinto, así como la necesidad de alimento o de posesión, constituyen la clave de la comprensión del ser humano, sino la totalidad del proceso vital de este, su práctica de la vida. La satisfacción plena de todas las necesidades instintivas no solamente no constituye una base para la felicidad, ni tan solo garantiza la salud mental.
La descripción de H. S. Sullivan se refiere a la experiencia de la personalidad alienada y mercantil del siglo XX. El "egoisme à deux" de dos personas que estiman sus intereses comunes y se unen para hacer frente a un mundo hostil y alienado.
Una forma de pseudo-amor que suele experimentarse es el amor de idolatría. Es propio de quien no ha llegado al nivel correspondiente de sensación de identidad. Otra forma de pseudo-amor es el amor sentimental. Este amor es propio de las novelas y películas, y lo experimentamos con conciencia de que la otra persona no es real. Reproduce unos cánones del amor fuertemente arraigados en la sociedad.
4. La práctica del amor
Estimar es una experiencia personal que solo podemos llevar a cabo por y para nosotros mismos. La práctica de un arte requiere las siguientes cosas:
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Disciplina. Buenas prácticas para la disciplina son levantarse pronto regularmente, dedicar tiempo diario a meditar, leer, escuchar música y caminar y no permitirse, dentro de ciertos límites, vías escapistas como novelas policíacas y películas y no comer ni beber mucho.
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Concentración. En nuestra cultura la concentración es todavía más rara que la disciplina. Somos consumidores, siempre deseando consumir más. Esta falta de concentración se manifiesta en la dificultad para estar a solas con nosotros mismos. Sin hablar, beber, leer, fumar, es imposible para la mayoría de personas. El paso más importante para aprender a concentrarse es aprender a estar solo con uno mismo sin leer ni escuchar, fumar ni beber. Estar concentrado significa vivir plenamente el presente y no pensar en la tarea próxima mientras realizo la inmediata.
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Paciencia. Si uno aspira a obtener resultados rápidos no se aprende nunca ningún arte. Al hombre moderno le cuesta mucho llevar a cabo la paciencia tanto como la concentración o la disciplina.
La facultad de pensar objetivamente es la razón. La actitud emocional que corresponde a la razón es la humildad. Ya que amor depende de la ausencia relativa de narcisismo y requiere el desarrollo de la humildad, de la objetividad y de la razón.
La práctica del arte de estimar requiere la práctica de la fe. Aquí fe se entiende como fe racional: la convicción arraigada en la experiencia del pensamiento o sentimiento. La fe racional sale de la actividad intelectual y emocional productiva. La historia de la ciencia está llena de ejemplos de fe en la razón y en sus visiones de la verdad. La fe en otros es la culminación de la fe en la humanidad.
Nuestra organización social y económica está basada en el hecho de que cada uno busca conseguir ventajas para si mismo de acuerdo al principio de egoísmo. Concluimos que hablar de amor en esta sociedad es participar en el fraude general. Solo un mártir o un loco puede amar en el mundo actual y que, por lo tanto, todo examen del amor no es otra cosa que una prédica. El principio sobre el que se basa la sociedad capitalista y el principio del amor son incompatibles.
El espíritu de una sociedad centrada en la producción y la avidez de artículos es de una naturaleza que solo en inconformista puede defender con éxito. Tener fe en la posibilidad del amor como fenómeno social, y no solo como excepcional e individual, es tener una fe racional basada en la comprensión de la misma naturaleza del hombre.